Nota de prensa publicidad bus urbano 31-12-2020
Desde el sindicato Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT) en la empresa Avanza Zaragoza, empresa privada que se encarga de la gestión del transporte urbano de viajeros en autobús en la ciudad de Zaragoza, queremos denunciar ante la opinión pública la reciente inserción de propaganda de tinte religioso en algunos de los autobuses urbanos de Zaragoza.
Nuevamente es el sindicato CUT el que tiene que denunciar ante la opinión pública el uso que, tanto la multinacional Avanza como el propio Ayuntamiento de Zaragoza, hacen de la publicidad exterior de los autobuses urbanos de nuestra ciudad y es que, desde hace tiempo, se ha entrado en una espiral del “todo vale” en cuanto a la inserción de propaganda en los vehículos municipales de transporte colectivo.
Si hace unos meses este sindicato tuvo que denunciar la abundante proliferación de propaganda en relación a las diferentes modalidades de juegos de azar que determinadas casas de apuestas contrataban para publicitarse en los autobuses urbanos de nuestra ciudad, y cuya práctica tuvo finalmente que ser suprimida por el evidente riesgo social que comportaba el hecho de incitar a la ciudadanía indiscriminadamente al juego –además del claro problema de cuestionamiento ético que ello suponía-, ahora asistimos atónitos a una campaña de tendencia claramente confesional y católica que luce en la carrocería de algunos de los autobuses de la flota municipal.
Dicha campaña, concertada al parecer por la “Asociación Católica de Propagandistas” –cuyas siglas ACdP aparecen en los propios anuncios- y a tenor de lo expuesto en dichos soportes publicitarios, tilda como “bulo” el hecho de que “DIOS no existe”. Sin entrar a valorar la subjetividad del mensaje lanzado a través de la campaña publicitaria, lo que sí nos parece especialmente grave es que la multinacional Avanza y el Ayuntamiento de Zaragoza, actúen de una forma escandalosamente arbitraria en la cesión de espacios públicos publicitarios, como son los habilitados en la flota municipal de autobuses, cuando en este momento sí se ha autorizado propaganda religiosa en favor de una determinada asociación católica.
Cabe recordar que hace unos años, en 2009 y con gran resonancia en la prensa local y estatal, se suscitó una fuerte polémica a nivel general cuando otra entidad, en este caso laica –la Unión de Ateos Librepensadores (UAL)- pretendió llevar a cabo una campaña publicitaria en la que se cuestionaba la existencia de dios, cuyo intento de implementación en los autobuses urbanos de diversas ciudades levantó una fuerte polvareda hasta el punto de ser vetada en algunos municipios, entre ellos Zaragoza, en la que TUZSA -por aquel entonces la marca comercial de la misma empresa que hoy continúa prestando el servicio- se negó de forma tajante a incluir mensajes de índole religiosa en la publicidad de los autobuses urbanos, amparándose en un impedimento de tipo contractual. Tan es así, y tal fue la polémica ante la citada negativa, que la UAL anunció una posible denuncia por vulneración de derechos fundamentales, ya que finalmente no pudo llevar a cabo su campaña publicitaria.
Desde CUT, más allá de la anécdota, estos hechos nos parecen especialmente graves por el trasfondo del asunto que comportan ya que, por un lado supone la parcial puesta a disposición de espacios públicos de toda la ciudadanía en favor de unas determinadas creencias o inclinaciones morales o religiosas, mientras que por otro, se cercena el derecho de otros ciudadanos a la propugnación de otro tipo de valores que también deberían estar garantizados por la “aconfesionalidad” que cita explícitamente nuestra Constitución para ciudadanos e instituciones públicas de este país.
Más preocupados nos sentimos aún, si tenemos en cuenta que estas actuaciones “de parte” suponen un cuestionamiento –cuando no un evidente retroceso- en los derechos y libertades de los vecinos y vecinas de la ciudad de Zaragoza, y un ataque frontal a la igualdad de todos/as por parte de un consistorio que en estos momentos se encuentra regido por un equipo de gobierno de ideología catalogada como conservadora o de derechas (PP-C´s), con el sustento de otro partido político de ideología abiertamente ultraderechista (VOX), a los que poco parece importarles la disparidad de criterios llevada a cabo en el anuncio de asuntos tan éticamente cuestionables y tan heterogéneos como son las casas de apuestas o la defensa de una determinada creencia religiosa.
Por ello desde CUT, entendemos que, en vista de los hechos descritos, una vez más y en otro de los ámbitos que forman parte de la gestión del servicio público de transporte urbano, tanto la multinacional Avanza con su gestión privada, como el Ayuntamiento de Zaragoza con su permisividad y su falta de control del servicio, vuelven a sumir al servicio público de transporte en un “mercadeo tendencioso” de un espacio público, que se viene a sumar a otros asuntos como la falta de personal y material, las constantes averías o el progresivo deterioro de instalaciones y vehículos, que actualmente continúan lastrando y devaluando el servicio público de transporte de nuestra ciudad.
Ante el cúmulo de tales circunstancias, entendemos que se hace obligada la prestación realmente pública de un servicio que nuca debería de haber sido privatizado, con un control tanto ejecutivo como efectivo, directos, por parte de la administración encargada de prestarlo que no es otra que el propio Ayuntamiento de Zaragoza, que venga a garantizar, además de su correcto funcionamiento, ahora también la más estricta ética, que en relación a su equidad y igualdad, todos/as los ciudadanos/as de esta ciudad merecemos.
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