DECLARACIÓN DE LA COORDINADORA DE LOS PUEBLOS DE LA FSM SOBRE LA SITUACIÓN EN EL ESTADO ESPAÑOL
Al igual que en toda Europa, en el Estado español es patente la crisis sistémica generada por el Capitalismo: agravamiento de la sequía y fenómenos meteorológico extremos como consecuencia del cambio climático, vaciamiento del campo y consecuente dependencia alimentaria, movimientos migratorios masivos, agotamiento y consiguiente encarecimiento de las fuentes de energía fósiles e inviabilidad del modelo industrial basado en ellas, turistificación de la costa.
Esta crisis sistémica impacta en las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora. Ha quedado patente la falsedad de la promesa neoliberal basada en un crecimiento económico ilimitado que permitiría a cada generación vivir con más recursos que la anterior. Al contrario, la clase trabajadora está perdiendo poder adquisitivo y tener un empleo ya no es garantía de disponer de recursos suficientes para desarrollar un proyecto de vida autónomo y satisfactorio. Las brechas económicas y sociales por razón de género y de origen persisten. Los precios de la vivienda se disparan por la especulación de los fondos buitres y los rentistas. Se escatiman recursos para los servicios públicos y se privatizan.
El sindicalismo mayoritario del Estado español, conformado por UGT y CCOO, no tiene ni la voluntad ni la capacidad para hacer frente a este proceso de precarización y empobrecimiento de la clase trabajadora. Su apuesta por el diálogo social ha resultado perniciosa para la clase trabajadora: mientras que la Patronal hace la guerra por todos los medios, se escenifica un clima de paz social fraudulento.
No obstante, la emergencia de reivindicaciones sociales y laborales tras la crisis del 2008, así como el reforzamiento del soberanismo de izquierdas principalmente en Catalunya, Galiza y Euskal Herria, aunque también en el País Valencià y las Illes Balears, ha permitido crear un contrapeso tanto a las políticas neoliberales como a una ultraderecha que utiliza las consecuencias de dichas políticas para alimentar posiciones individualistas, machistas y racistas.
Es una buena noticia que en las últimas elecciones generales se le haya cerrado el paso a la ultraderecha y se haya condicionado el diseño político que ha gestionado el “Régimen del 78”, basado en un bipartidismo de Estado apoyado por las fuerzas conservadoras de las naciones periféricas. También es positivo que se abra un debate sobre el modelo territorial y sobre la política de recortes aplicada desde el 2008.
No obstante, los cambios políticos que se puedan dar a nivel estatal serán limitados si no se sustentan en procesos de cambio político y social en cada nación del Estado español. La alternativa al Régimen del 78 pasa por generar procesos constituyentes que modifiquen el ordenamiento político y económico del Estado. En este sentido, los sindicatos que conformamos la coordinadora de los pueblos de la FSM en el Estado español, en representación de 140.000 afiliados y afiliadas, expresamos lo siguiente:
- Reclamamos una transición eco-social y feminista justa; que en el centro del modelo socio-económico esté la vida de las personas y del Planeta, y no los beneficios de una oligarquía que se enriquece a costa de la explotación de personas y ecosistemas. Reivindicamos el reparto del empleo, de los cuidados y de la riqueza. Nos comprometemos a cerrar el paso a la ultraderecha, al individualismo, al machismo, al racismo.
- Exigimos la derogación de todo recorte impuesto tras el 2008, entre otros, la jubilación a los 67 años, el abaratamiento de los despidos o los límites impuestos al desarrollo de los servicios públicos. Reivindicamos el derecho a un empleo y pensión dignos, así como unos servicios públicos que garanticen el derecho a la educación, la salud y los cuidados. Demandamos la derogación del artículo 135 de la Constitución Española hace prevalecer los intereses de los poderes económicos a las necesidades de la clase trabajadora y las clases populares.
- Reclamamos que el reconocimiento del carácter plurinacional y pluri-linguístico del Estado, así como el derecho a la auto-determinación de las naciones que lo componen y, en particular, el derecho a decidir sobre las condiciones de trabajo y de vida de los y las trabajadoras. Denunciamos los ataques que están padeciendo las lenguas nacionales de nuestros respectivos países.
- Nos reafirmamos en la organización y lucha sindical, así como en la colaboración con los movimientos populares, para generar cambios favorables a la clase trabajadora desde los centros de trabajo, la calle y las instituciones. En este sentido es necesario que se acabe de una vez por todas el Lawfare patronal contra el sindicalismo combativo.
- Hacemos un llamamiento a la clase trabajadora a hacer frente al ascenso de la ultra-derecha en todos los ámbitos; en los centros de trabajo, en las calle y también en las instituciones. En este sentido, hacemos un llamamiento a la activación popular de cara a las próximas elecciones europeas. Exigimos la derogación de la Ley de Extranjería y el Pacto Europeo por el asilo y la migración.
7 de mayo del 2024