Más preocupada en hacer el máximo de kilómetros con el menor número de horas de trabajo y de conductores para aumentar su cuenta de beneficios a pesar de que se está en ERTE, se está olvidando de las más elementales medidas de prevención sanitaria hacía sus trabajadores y hacia los usuarios de Zaragoza que usan el autobús urbano. No es de recibo lo sucedido hoy en el que CUT hemos tenido que paralizar en pleno viernes Santo, la salida de autobuses porque no estaban señalizados los asientos qué debido al aforo limitado no debe de ser usado por los usuarios. También hemos tenido que denunciar ante la empresa la falta de mascarillas para los trabajadores del taller.
Es obvio que la salud de su plantilla no es lo que más le importa. Hace seis meses falleció en accidente laboral un conductor con el que la empresa incumplió sus obligaciones en materia de asistencia sanitaria de urgencia, tal como lo ha reconocido la propia Inspección de Trabajo, sin embargo la empresa sigue mirando para otro lado y deja a los pies de los caballos, en este caso a los pies del covid-19 a sus trabajadores y usuarios del autobús de Zaragoza.
